El "Chiki Chiki" se la juega esta noche en Eurovisión

MADRID/BELGRADO (Reuters) - Por fin llega la noche decisiva. Algo más de tres meses después de que Rodolfo Chikilicuatre diera la sorpresa al ser elegido como representante de España para Eurovisión, el "Chiki Chiki" se la juega esta noche en Belgrado. El humorista que salió del programa de Andreu Buenafuente en La Sexta confía en que los europeos entiendan el humor de su peculiar canción y entonen el "perrea, perrea". "Yo creo que (El tema) no se entiende acá, o sea que fuera de España seguro que tampoco", bromeó el cantante en una entrevista con Reuters hace unas semanas, aunque por si acaso la canción ha añadido unas estrofas en inglés. "Esa es la grandeza del Chiki Chiki: que tiene un doble, un triple, un cuádruple sentido que nadie entiende, y por eso engancha, porque todo el mundo dice: ¿Qué hago cantando uno: el brikindans, dos, el crusaíto! Todo el mundo se sorprende, es la magia de la música", agregó, emocionado. Chikilicuatre, que se enfrenta al reto de acabar con la sequía eurovisiva española y con los pésimos resultados de los últimos años, ha prometido que si gana se afeitará la perilla, pero no dice nada de su inconfundible tupé. Después de que otro de los peculiares representantes de este año, el pavo irlandés Dustin, quedara eliminado esta semana en las eliminatorias previas, los mayores rivales de España pueden ser la sensual cantante ucraniana, el ruso, cuyo número cuenta con un campeón mundial de patinaje y un violinista que toca un Stradivarius, o la balada de Portugal, además de los locales. "Nosotros vamos a dar todo en el escenario, nos vamos a comer a Rusia, Ucrania y todos los demás", dijo a Radio Nacional el sábado Chikilicuatre. BELGRADO SE LUCE La audiencia para el programa de esta noche podría llegar a unos 100 millones de europeos, en un festival que en los últimos años ha recuperado el interés de los espectadores, aunque muchos discuten la calidad de las canciones. "Es una cosa de culto", dijo el sociólogo Steve Aldred, que destacó que Eurovisión reúne a los pueblos durante una noche de fiesta. "Lo terrible es que es parte del placer". Miles de personas siguen el festival lealmente cada año, este año a Belgrado, una ciudad bombardeada por la OTAN hace solo nueve años por su papel en el conflicto en Kosovo. La capital serbia espera que la 53ª edición del festival, que reúne a 43 países en su edición más grande, ayude a mejorar su imagen en el exterior. "Los visitantes nos podrán ver con otra perspectiva, como un pueblo amistoso, simpático, en un gran contraste con la imagen de la Serbia de hoy", dijo Petar Popovic, el crítico musical más famoso del país balcánico. "Esto desactivará nuestra paranoia, mostrará a los serbios que el resto de Europa no está contra nosotros, que el mundo no nos odia".