15 febrero 2006

UNA NOCHE PARA RECORDAR

Sé que a muchos les sonará a "consuelo de tontos" pero no es así. La verdad es que ayer viví un momento que hacía tiempo que no vivía y es ver a mi equipo de futbol luchando y haciendome recordar el porqué me gusta este deporte. El Zaragoza chapó, porque no creo que sea fácil jugar como jugó ayer, en un estadio que parece una olla a presión y con un Madrid que a los diez primeros minutos ya tenía el tres cero a favor. El partido no me defraudó, se podía soñar y soñé. El Madrid no está hundido y si quiere puede, el Zaragoza fue merecido finalista de la copa por la ida, pero el Madrid fue superior en la vuelta y no decepcionó a la gente que un martes se planta en el estadio viniendo de un 6-1 y con todo en contra. Chapó por la afición (entre los que me incluyo, que compré el partido) porque al final supo reconocerle al Zaragoza su esfuerzo aguantando y lo merecido que tenía el estar en la final. Ya no se trata de ganar o perder, se trata de cómo ganas y de cómo pierdes, por eso creo que en el análisis final de los dos partidos ni uno ni otro salen humillados, por mi parte todo ha quedado como tenía que quedar pero yo me llevo la ilusión de ver lo que vi, porque al fin y al cabo soy del Madrid.