Ridiculé

Un épico Getafe completó la mayor machada de los últimos tiempos y echó al Barcelona de la Copa. Un Barça ridículo no la olió en ningún momento y se vio desbordado por un 'Geta' de leyenda. Casquero marcó el primero de gran derechazo y Guiza le puso intriga al asunto con un 2-0 que no se creían en Can Barça al descanso. En el segundo asalto, Vivar Dorado y Guiza, otra vez, cumplieron la proeza y protagonizaron una bofetada de aúpa. Los azulones se van al Bernabéu... Ya lo avisó Schuster... Getafe se lo creyó y ardió como nunca. Un paupérrimo Barcelona pasó sin pena de gloria por el sur de Madrid y fue vapuleado por un equipo local para la historia que le dejó con una 'geta' de narices y sin final de Copa. Los azulones completaron un partido perfecto y se llevaron por delante, como un huracán, a una escuadra azulgrana ridícula, de espanto. Los cimientos en la Ciudad Condal temblaron... y se cayerón de forma fulminante. Los locales, convencidos de unas posibilidades que parecían una auténtica locura, salieron con el cuchillo entre los dientes y por Barcelona se asustaron. Los de Schuster apretaron desde el pitido inicial y se 'comieron' a un Barça que sufrió como nunca. Los de Rijkaard se vieron sorprendidos de lo lindo y les costó sangre, sudor y lágrimas pasar su propio campo. La tremenda presión local, impecable, incomodó la salida azulgrana y cimentó una embestida de leyenda.

Repaso en toda regla

El Barça, tras un primer cuarto de hora sin respiro, apostó por defenderse con el balón sin nada de profundidad e , increiblemente, no tocó la moral de un Getafe que creía en lo que hacía rotundamente. Así, la actitud reservona culé y las ganas y buen hacer de los de Schuster encontraron su premio en torno al 37' de partido. Tras unos momentos de calma, Casquero volvió a sacar a relucir su fino, efectivo y desgarrador fusil para poner el miedo en el cuerpo a los de Rijkaard. El toledano enchufó un gran derechazo que botó y se coló por la escuadra del marco de Jorquera. Un suspiro después, Casqueró volvió a avisar, pero iba a ser Guiza el encargado de dar al Barcelona el segundo golpe de la cita... Seis minutos más tarde, el jerezano aprovechó una pifia de órdago de Zambrotta y dejó a los suyos al borde del milagro. Los de Rijkaard se marcharon a vestuarios con mala cara y asustados ante un rival que no iba a parar hasta ver el agujero. El asunto no cambió un ápice tras el descanso y los azulones se toparon con un Joquera que mantuvo un rato en el ring a los suyos.

Debacle certificada

El guardameta catalán sacó un cabezazo centrado de Maris en el área chica y le ganó un mano a mano a Guiza de los grandes. Jorquera escondió algo el desaguisado culé, hasta que el mítico Vivar Dorado remató la faena a veinte minutillos del final. El capitán cabeceó a la red un centro de Contra a balón parado y puso al Barcelona en el alambre de la debacle. Un alambre que pasó a mejor vida tres minutos después con el cuarto puñal local. Guiza aprovechó el enésimo error de la defensa azulgrana y, esta vez, no falló ante Jorquera. El Coliseum explotó, Getafe ardió y el Barcelona salió muy mal parado. Los de Rijkaard apelaron a la épica en el último tramo, pero no anduvieron certeros de cara a puerta. La gloria sólo estaba reservada para los madrileños. Una ciudad y un equipo en plena fiesta sacó a la luz los defectos de un Barça que recibió una paliza en toda regla. La Copa desaparece del horizonte y las consecuencias pueden llevarse a la batalla liguera. El Coliseum ya puede quemarse a gusto. Europa espera a un Getafe para los anales, salvo que el Sevilla salga de la zona Champions.