Pues Adrià, mi pequeñín, mi hijito del alma, mi vida.... (si es que nos volvemos empalagosos los papas...) ha venido al aeropuerto a comer conmigo (hoy estoy de turno y su mama le ha traído para no comer, el día de pascua, separados). Ya cumplió medio añito con nosotros (día 13 para ser exactos) y parece que fue ayer.
La verdad es que se ha vuelto un pelín mas “gamberrete”, más activo, y, sobretodo, “reivindicativo”, aunque no sé qué demanda, ¡pero pega unos gritos... !
Esta semana, aprovechando las fiestas, le hemos llevado ya a su cuarto, ha estrenado su cuna nueva, y la verdad es que no ha ido del todo bien. Se extraña, tiene algo de miedo y le cuesta dormir, pero bueno, ahí estamos su mama y papa para tranquilizarle y estar con él (aunque esfuerzo nos cuesta no creáis), y para pasar así un poco de sueño ;-p. Sin embargo, por la mañana (sobre las 8 que es su hora de levantarse, no conseguimos más), nada más verte te ofrece una de sus interminables sonrisas y hace que te derritas allí mismo y que olvides cualquier mal rato que te haya hecho pasar.
T’estimam moltíssim Adrià... pero això tu ja ho saps ;-)